La economía panameña resiste a los choques externos y sigue superando a la mayoría de las economías latinoamericanas con un crecimiento de 10.5% en 2012 (Instituto Nacional de la Estadística y Censo de la Contraloría General). En los ocho últimos años, Panamá ha tenido un crecimiento medio de 8.4%.

Los sectores en auge que contribuyen son el de la explotación de minas con un crecimiento de 31.7%, la construcción (30.7%), la hotelería y restaurantes (11.1%), transporte y comunicación (10.4%) y los servicios financieros (9.1%)

Panamá gana 9 puestos en el Informe de Competitividad Global convirtiéndose en la 40ª economía más competitiva y la 2ª en América Latina y Caribe. Llamado el hub de las Américas, Panamá ocupa el 4to rango mundial en calidad de infraestructura portuaria y el 6to en calidad aeroportuaria. Panamá es también un hub financiero con un Centro Bancario Internacional calificado de confiable, líquido y bien capitalizado con un crecimiento de 12.5% en 2012.

Este éxito económico se debe, entre otros, gracias a la ejecución de un plan de inversión público dinámico y disciplinado. Por ejemplo, los proyectos portuarios han transformado la costa Atlántica panameña en una importante sede de inversión captando alrededor de mil millones de dólares comprendiendo la ampliación del Canal de Panamá, la extensión del Puerto Manzanillo International Terminal, el proyecto Panamá Colon Container Port, etc.

A nivel aeroportuario, además de la extensión del aeropuerto internacional de Tocumen, Panamá construye un nuevo aeropuerto internacional llamado Scarlett Martinez en la provincia de Coclé cuyo coste es de 35 millones de dólares. El aeropuerto Scarlett Martinez, cuya apertura está prevista en 2013, impulsará el dinamismo de la provincia y generará 1000 empleos directos en los sectores del turismo, agrícola e inmobiliario.

En este contexto, Panamá se beneficia de mejoras en las calificaciones de riesgos de las principales agencias internacionales, lo que contribuye en que Panamá siga siendo una excelente oportunidad de inversión.

De hecho, 80 empresas multinacionales ejercen actualmente en Panamá generando más de 3000 empleos con una inversión de alrededor 400 millones de dólares. Panamá es atractivo para los empresarios deseosos de beneficiarse de la posición geográfica privilegiada con una conectividad aeroportuaria, una plataforma logística, una red de fibra óptica y un servicio bancario eficiente.  El último grupo en haber decidido abrir su sede regional en Panamá es Maersk, 1ª compañía marítima en el mundo, con proyectos de inversión de 3 mil millones de dólares en los puertos, la logística y el petróleo.

Esta dinámica económica favorece el empleo: la tasa de desempleo ha reducido pasando de 6.6% en 2009 a 4% en 2012 (según CEPAL) con la creación de 180,338 puestos de trabajo desde septiembre 2009.

Según Manpower Group, Panamá es el país que dispone de la mejor oferta de trabajo en América Latina, superior a la de Brasil. El sector privado es la principal fuente de empleo, en particular, en los sectores del transporte, comunicación, comercio, servicios, construcción y agricultura.

Los extranjeros se benefician de este contexto favorable al empleo: en 2012, los permisos de trabajo otorgados a los extranjeros aumentó de 11% en los 5 primeros meses del año contra 11% en todo el año 2011. Los extranjeros son provenientes de Colombia con 36.8% de los permisos otorgados, Venezuela (8.9%), China (6.4) y República Dominicana (6.1%).

En 2013, los analistas indican que los empleos deberían seguir aumentando, sobre todo, en cuanto a la demanda de personal cualificado.

En cuanto a la deuda pública panameña, ésta debería aumentar de mil millones de dólares por año y alcanzar la suma total de 16.7 mil millones de dólares  al final del mandato del Presidente Martinelli, en junio 2014. Pero, el gobierno panameño ha decidido priorizar los proyectos de infraestructura relacionadas a la ampliación del Canal de Panamá contando con fuertes ingresos futuros. Se trata de una estrategia de política económica que debería consolidar la posición de Panamá como uno de los países emergentes claves de la región.