Con una superficie de 75000 km², Panamá surgió del mar hace 3 millones de años, uniendo el Norte y Sur América; hecho que modificó la biodiversidad de la región, desplazando especies y desarrollando una nueva flora.
Esta historia nos la cuenta el Museo de la Biodiversidad inaugurado en Octubre del 2014; llamado “Puente de la Vida”. La exposición permanente se divide en 8 galerías representativas que muestran el nacimiento del Istmo de Panamá, sus efectos en el ecosistema y en la especie humana. De esta forma el Museo de la Biodiversidad se constituye la puerta de entrada para descubrir Panamá y sensibilizar las personas por el respeto del medio ambiente.
El proyecto del Museo de la Biodiversidad está incluido en una política global de preservación de la naturaleza que sirve a todos los sectores de la economía panameña comenzando por el turismo. Con 33% de reservas naturales sobre su territorio, Panamá adopta en Agosto del 2014, el programa de “Alianza para la Reforestación” con el objetivo de plantar un millón de hectáreas en árboles, la creación de senderos en los parques nacionales y el desarrollo de actividades eco-responsables.Así, el Parque Omar Torrijos Herrera, situado en la cordillera central de Panamá, donde su punto más alto permite observar los dos océanos; Pacífico y Atlántico, va a proponer un turismo de caminatas de calidad, con tres senderos especialmente habilitados para ello: Los Helechos, La Rana, y Cuerpo de Paz.
La oferta turística de Panamá se enriquece con el ecoturismo, vía inevitable hacia un modelo de economía respetuosa de su medio ambiente.
Mariana Pereira